Ruta dos Sequeiros en Pobra de Trives

La ruta de senderismo dos Sequeiros en la comarca orensana de Trives. Una sencillísima travesía circular de 3’14 km que se inicia en el pueblecito de Pena Folenche y que apenas te llevará 45 minutos. Esta ruta comienza en el centro del pueblo de Pena Folenche, donde hay una pequeña plazuela, que dejaremos a mano […]

La ruta de senderismo dos Sequeiros en la comarca orensana de Trives. Una sencillísima travesía circular de 3’14 km que se inicia en el pueblecito de Pena Folenche y que apenas te llevará 45 minutos.

Esta ruta comienza en el centro del pueblo de Pena Folenche, donde hay una pequeña plazuela, que dejaremos a mano derecha, para llegar a un camino, que debemos seguir recto y en el primer cruce a la izquierda nos desviaremos.

Comienza en un camino de tierra, cuesta abajo y fácilmente practicable. En este punto se pueden apreciar algunas muestras de la flora local, como pueden ser las xestas, escondite habitual del jabalí o las silvas, que a mediados de verano dan moras de dulce sabor.

Mientras se continúa el sendero sorprenderá al caminante la súbita aparición de un castaño de inusual altura, a la derecha del camino. A este mismo lado, unos metros más tarde, veremos el primer souto, finca donde se cultiva, exclusivamente, la castaña. Este árbol tan solo se da a una determinada altura y es el eje de la economía campesina en otoño, época en la que maduran las castañas en el interior de los erizos y son exportadas a todo el mundo.

Son los soutos el hábitat de multitud de aves e insectos, además de huidizos mamíferos como el jabalí, el zorro o la ardilla.

Desde este punto podemos ver, en la lejanía el cañón del Bibei, a la derecha, y una gran roca surgiendo entre la arboleda a la izquierda. Continuando por la senda veremos una pronunciada curva hacia la izquierda, ignorando una desviación hacia la derecha.

Al tomar esta curva nos veremos de súbito ante una esplendorosa vista de “A Fraga” de Rio, otro punto de interés de la comarca. También divisaremos los pueblos de Mouruás y Domecelle. Aquí la flora consistirá en xestas, silvas, castaños, helechos y algunos robles dispersos.

Tras avanzar unos metros, a la izquierda, hay una escalera de piedra de construcción rural que da acceso a uno de los muchos soutos de la zona. Una roca de gran tamaño aparece justo en la parte más abierta de una curva hacia la izquierda, varios líquenes brotan en la piedra dándole un color negruzco.

Cabe destacar la cantidad de rocas de tipo granítico que se hallan diseminadas a lo largo de toda la arboleda, estas peñas son de un impresionante tamaño y le dan al souto un aura mágica y mística.

Siguiendo la ruta hay otro cartel que anuncia la proximidad de los llamados “Castiñeiros do conto”, ejemplares nudosos y antiguos que recuerdan a las viejas fábulas que todo el mundo ha escuchado.

Si buscamos hacia la izquierda veremos a la par del sendero un interesante lavadero de piedra tomado por la vegetación. Cerca de este punto del sendero se puede ver, a mano derecha, la carretera comarcal 536.

A pesar de todas las desviaciones que se nos abrirán a lo largo del recorrido habremos de seguir escrupulosamente la senda.

Al doblar el recodo formado por una curva que tuerce hacia la izquierda, desde donde podemos volver a contemplar la “la Fraga”, nos encontraremos con el punto culminante de esta ruta: los sequeiros.

Seguiremos camino a través de estas construcciones, aunque no es aconsejable entrar en los sequeiros, ya que en algunos de ellos poseen estructuras muy inestables.

Siguiendo el camino una señal anuncia la cercanía de ”Homenaxe a castiñeiros e homes vellos”. Es un souto en el que los viejos castaños, contiguos a los sequeiros, parecen ancianos por su aspecto nudoso. En esta dirección poco más se puede hacer ya que el camino se pierde en poco tiempo en el monte siendo en extremo difícil seguirlo.

Al lado de esta señal, encontraremos una indicación para volver fácilmente a Pena Folenche. Es un desvío que, cuesta arriba, se interna entre muros de piedra y soutos de singular belleza.

No recorreremos más de doscientos metros antes de vernos ante una intersección en la que se nos orienta con un nuevo letrero sobre el camino más rápido a tomar para llegar al punto de destino. Siguiendo estas indicaciones, en seguida se está en el pueblo, en donde nos dará la bienvenida una descomunal roca sobre la que se asientan algunas edificaciones.

Una vez aquí es aconsejable ir al mirador que hay en el centro del pueblo para disfrutar de las maravillosas vistas que hay desde este punto

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