Amoeiro
Como llegar
Desde Ourense, tomar la N-525 dirección Santiago y a la altura de Tamallancos coger a la izquierda en dirección a Amoeiro por la OU-524, a 21 km de Ourense aproximadamente.
Otros datos
Teléfono Ayuntamiento: 988 281 0 00
Web: http://www.amoeiro.gal/
Geografía
Situado al noroeste de la provincia de Ourense y formado por ocho parroquias, el concello se asienta sobre los denominados “chaos” de Amoeiro, donde se suceden una serie de altas superficies de aplanamiento que se prolongan por las tierras limítrofes de Cea (norte), Vilamarín (noroeste), Coles (este) y Maside (oeste).
Historia
Debieron existir villas y caminos romanos o prerromanos a juzgar por sus restos. En el “Formigueiro” hay una cueva sin explorar. En la Edad Media fue territorio de Castilla; en 1111 pasó por Amonarium Don Diego Gelmírez, después del sitio de Castrelo. Perteneció a varios señoríos: casa de Vilamarín, Oseira. Tuvo los Monasterios de Bóveda, de monjas cistercienses, fundado por Arias Fernández y Gudina Oduariz en el Pontificado de Don Pedro Seguín (1157-1169) y unido luego a San Clodio, convirtiéndose al fin en Priorato de Varones, conservando un lugar en nombre de Priorato: el de Cornoces y el de San Damián, priorato de Oseira, monasterio que tuvo muchos foros y tierras en la comarca. Parece que en Abruciños estaba el solar de los Reinoso (terreno en ruínas en 1676). Tuvo gran producción de grano y pan de trigo, que abastecía el mercado de Ribadavia, de donde traían el vino.
La antigua jurisdición de Amoeiro comprendía las feligresías de Amoeiro, Cornoces y Trasalba, con las de Barrán, Castrelo y Sobreira, fuera del actual Municipio: el Señor era Conde de Ribadavia, que nombraba la justicia ordinaria. El Monasterio de Bernardos de San Clodio del Ribeiro poseía la jurisdicción de Bóveda, que comprendía las feligresías de Bóveda y Abruciños, con la de Beiro, del Ayuntamiento de Canedo.
Los franceses fueron destacados en Amoeiro y recorrieron todas las parroquias, escondiendo a los vecinos y a su ganado en el “Formigueiro”. También sufrieron los atropellos de latrofacciosos y milicianos nacionales. Conserva asimismo la tradición de uno de los últimos acontecimientos del bandolerismo: la muerte de los ladrones de la Pica (Parada).
