Castillo de Maceda

Después de contemplar la estupenda vista de todo el valle de Maceda y de la sierra de San Mamede, el primero que apreciamos es la muralla exterior preparada para la defensa en la que destacan dos torreones, uno de forma rectangular del lado de la única puerta y otro circular en el lado contrario. En los dos restantes esquinas se aprecian contrafuertes defensivos. En el exterior también se aprecian aberturas adaptación para las armas de fuego propio del siglo XV. Se aprecian los huecos que soportaban una solana que  cubría tres de sus lados del edificio.

Las reformas que sufrió lo convirtieron más en un gran pazo en que un castillo. La puerta de arco de vuelta perfecta presenta dos escudos, uno sobre águila con la torre y el águila de los Novoa, y lo otro dividido en cuatro cuarteles por la cruz de los Rivadeneira, un cuartel con los trece róeles de los Bacelo, el segundo las rayas de los Ulloa, un tercero las cuatro barras y la Ave María Gratia Plena de los Mendoza y el último los seis róeles de los Castro. En las esquinas se presentan estos mismos escudos.

Ya en el interior, es de obligada visita, el pozo con bocal de piedra en el patio, una espléndida escalera de caracol, ya en el piso superior, las ventanas con los «faladoiros» y las ménsulas que sostenían el antiguo piso del salón, la chimenea y las ventanas. También la exposición permanente y las distintas exposiciones que allí se organizan.

En cuanto a su historia y origen,  una primera referencia lo sitúan en el siglo XII cuando el fuerte y las tierra colindantes son entregadas como dote en el matrimonio entre María Fernández, hija de Doña Teresa de Portugal y el conde Fernando Pérez de Traba, con D. Juan Ares de Novoa de Ribadavia. El linaje de los Novoa se establece entonces en Maceda y perdura hasta el siglo XVII, en el que Maceda, con grandeza de España, se concede a Santiago Alonso de Lanzós, regidor de la ciudad betanceiro, por Felipe IV.

También como dato histórico destacar que algunos estudiosos sitúan a Alfonso X a los 11 años de edad en este castillo. A principios del siglo XX, el castillo paso a un estado de abandono llenándose de maleza y sufriendo varios incendios y robos. En los años 90 el ayuntamiento lo adquirió iniciándose su restauración. Hoy en día este convertido en Hotel Monumento

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