Los ayuntamientos que forman este geodestino son: A Pobra de Trives, A Rúa, A Veiga, Carballeda de Valdeorras, Chandrexa de Queixa, Larouco, Manzaneda, O Barco de Valdeorras, O Bolo, Petín, Rubiá, San Xoán de Río y Vilamartín de Valdeorras.

Valdeorras es un enclave natural privilegiado, comprende las cumbres más altas de Galicia con las lagunas glaciares de A Serpe y Ocelo. Y también algunos de los paisajes vírgenes más hermosos de la provincia con bosques autóctonos de castaños, alisos y robles. El singular bosque de tejos de Casaio es uno de los pocos que se conservan en Europa y un auténtico laboratorio natural. Los numerosos embalses hacen de esta comarca el paraíso de las aves acuáticas y, por supuesto, el de los amantes de los deportes de aventura.

El área más tupidamente arbolada de la provincia, Trives, ofrece al visitante un espectáculo vivo inolvidable. Este es el reino del ciervo, del tejón, del jabalí y la gineta. Las sierras de Queixa o de O Invernadeiro y las Gargantas del Bibei son paraísos para el amante de la naturaleza y de la avifauna gallega.

Estas tierras de oro que ya explotaron los romanos tienen también un rico patrimonio arquitectónico en mámoas, castros y puentes.

Cabeza de Manzaneda, la única estación de esquí, ofrece unas modernas instalaciones en las que se puede practicar toda clase de deportes de montaña.

Pero si estas tierras son bien conocidas es sobre todo gracias a su vino, caldos que buscan su propio mercado apoyándose en una Denominación de Origen propia, Valdeorras.

Patrimonio

Por este geodestino pasa la Vía Romana llamada Vía Nova o Vía XVIII. Así en Pobra de Trives aún podemos disfrutar de interesante vestigios romanos, como sus puentes Navea, Cabalar y Bibei que nos conducen hasta lugares tan espectaculares como los Codos de Larouco o el emblemático puente de A Cigarrosa, entre los ayuntamientos de Petín y A Rúa.

En lo tocante a la arquitectura civil hay que destacar las torres del Castro a las afueras de O Barco, con espléndidas vistas, y la de O Bolo, y en la villa de Manzaneda los restos bien conservados de sus murallas y del castillo.

La parroquia de Xagoaza en O Barco posee el mejor ejemplo de románico valdeorrés en su monasterio e iglesia del siglo XII, que perteneció a la Orden de San Juan de Jerusalén.

El viajero que se acerque a este geodestino no puede dejar de visitar el santuario de As Ermidas, en O Bolo, encajado en el cañón del río Bibei, en un paraje de ensueño.

Naturaleza

El Parque Natural da Serra da Enciña da Lastra, limita con León y presenta unas características únicas lo que ha permitido la creación de grutas naturales que reciben el nombre de “palas”, estos enclaves acogen una de las colonias más importantes de España de murciélagos. Impresionan lugares como el desfiladero de O Val de O Inferno, los Penedos de Oulego o las paredes cortadas a cuchillo por donde discurre el río Sil.

Otro paisaje protegido es el Val do río Navea que se extiende por los ayuntamientos de San Xoán de Río y A Pobra de Trives con un magnífico bosque de especies autóctonas.

Un lugar con reconocimiento de monumento natural es el Souto de Rozabales en el que se encuentra el castaño de Pumbariños cuyo perímetro alcanza los 12,15 metros.

Otro espacio destacado es Pena Trevinca, paraíso de montañeros e incluso escaladores. El pico que le presta el nombre está a 2.127 metros sobre el nivel del mar, lo que lo convierte en el de mayor altitud de Galicia. Está rodeado de bellos valles de origen glaciar y una joya oculta, el Teixadal de Casaio, uno de los mayores bosques de tejos de Europa.

En el Macizo Central, Manzaneda es la única estación de esquí de Galicia. Es también una estación de montaña abierta todo el año en la que se puede disfrutar del deporte y del turismo de naturaleza.

Fiestas y gastronomía

Hay en este geodestino una fiesta que destaca sobre las demás, hasta el punto que fue declarada de Interés Turístico de Galicia: el Folión Tradicional, que tiene lugar en el ayuntamiento de Manzaneda durante el Entroido (Carnaval) y que tiene como personaje principal la Mázcara.

Valdeorras es la cultura del vino, no sólo es un buen eslogan sino que tiene justificación en la gran tradición vinícola de esta zona. Los viñedos se extienden por los diversos paisajes desde la orillas del Sil hasta las empinadas laderas del Cañón del Bibei. Esto se traduce en una gran riqueza de tonos y aromas, aún dentro de la misma uva, generalmente godello para los blancos y mencía para los tintos.

Tanto la Miel de Galicia como la Castaña de Galicia son productos con Indicación Geográfica Protegida y aquí tienen fama por su calidad.

Como es de esperar, la gastronomía es tradicional y la típica de la montaña: productos del cerdo como botelos, chorizos… y dulces como la Bica de Trives.