Lobios

Como llegar

Desde Ourense tomar la OU-540 dirección Celanova – Portugal.
Se encuentra a 67 km aproximadamente de la ciudad.

Otros datos

Teléfono del Ayuntamiento: 988 44 80 00
Web:http://www.lobios.org/

Geografía

Ayuntamiento de la provincia de Ourense, situado a 65 km al sur de la capital de la provincia, 41º 54′ 09” N y 4º 23′ 48” O. Tiene una extensión de 168,77 km2. Enclavado en la comarca de la “Baixa Limia”. Forma parte del Parque Natural “Baixa Limia Serra do Xurés”. Limita a N. con Lobeira, al E. con Muiños, al S. con Portugal y al ó O. con Entrimo y con Portugal.

Historia

Tras los resultados obtenidos de los estudios hechos en la zona, contamos con un rico patrimonio arqueológico, legado que permite acercarnos a la evolución histórica de lo que hoy es el Ayuntamiento de Lobios. Se conocen indicios del primer asentamiento humano de cazadores y recolectores del Paleolítico, en la zona de Riocaldo. Pero sin duda la primera ocupación efectiva tuvo lugar a partir de mediados del IV milenio a.C. y llevada a cabo por los primeros pueblos pastores y agricultores que levantaron numerosos Monumentos Megalíticos, aproximadamente entre el 3500 a.C y el 2000 a.C., por el momento, los únicos exponentes llamados antas, arcas, mámoas, motas, dólmenes, etc. panteones funerarios de aquellas gentes, se distribuyen por toda la comarca, y concretamente en Lobios, yacimientos como las necrópolis tumulares de San Bieito y la Anta do Couto (ver arqueología en Lobios).

También en esta comarca se están constatando progresivamente vestigios de los primeros pueblos metalúrgicos del cobre, integrados en una época denominada arqueológicamente como Calcolítico. Primero, reflejados en los asentamientos al aire libre, con materiales líticos y cerámicos del ámbito “Penha”, que ocupan el Valle del Limia, aproximadamente a partir del 2500 a.C.
Posteriormente, una segunda manifestación de la metalurgia del cobre, es la que deriva de la localización de las cerámicas “Campaniformes”, aproximadamente entre o 2200/2000 a.C. y el 1800 a.C.. La Edad del Bronce es menos conocida, limitándose por el momento a hallazgos aislados correspondientes con su fase inicial y localizados en megalitos existentes en la comarca. Los más nombrados representantes de nuestra Protohistoria son los yacimientos denominados castros, poblados construidos en lugares con defensas naturales, como outeiros elevados o espolones montañosos rodeados por meandros fluviales, a los que se añaden diferentes sistemas de fortificación (varios cinturones de murallas, parapetos y fosos). La Cultura Castrexa, protagonizada por los pueblos galaicos, se extiende cronológicamente desde el siglo VI/V a.C. hasta el IV d.C.. Es en esta época, más concretamente en el año 215 antes de Cristo, cuando por primera vez, un ejército romano invade el noroeste de la Península. Siendo esta una etapa clave en historia de Lobios, haremos un comentario más detallado de la misma.
La conquista de la Península Ibérica fue lenta, y arrítmica. El Noroeste de la Península apenas entró en conflicto directo con las legiones romanas hasta casi un siglo después, cuando tuvo lugar la incursión de Decimus Iunius Brutus , en 137 a. C. Las fuerzas comandadas por el cónsul romano cruzaron el río Duero, penetraron en la Callaecia y llegaron a rebasar el río Limia.
Tras la primera incursión, aumentó la influencia del mundo romano en el Noroeste Peninsular. Aún así, nuevos movimientos militares, dirigidos por Licinius Crassus (en 96 a. C.), M. Perpena (en 74 a. C.) y por Iulius Caesar (en 61 a. C.), revelan que Callaecia no estaba totalmente pacificada.
La integración formal de los Galaicos, Astures y Cántabros en el Imperio Romano, solo se terminó después de las campañas de Octavianus Augustus (27 a. C. – 14 d. C.), durante los años de 26 a 19 a. C. En los años siguientes aún se dan revueltas y combates entre Astures y Cántabros, por un lado, y legiones romanas por otro. Solo en la última década del siglo I a. C. el Noroeste parece estar definitivamente pacificado.
Durante los primeros años del nuevo milenio, la anexión de los pueblos sometidos se procesa a un ritmo acelerado. Galaicos y Astures fueron integrados en la Hispania Citerior, dilatada provincia dependiente del propio emperador Augusto. Hispania Citerior tenía capital en Tarraco, en la costa mediterránea (actual Tarragona). El vasto espacio que se extendía del Mediterráneo al cabo Finisterre, en el Atlántico, estaba dividido en conventos, territorios que parecen haber tenido una función jurídica y religiosa, en su formación inicial. En el Noroeste existían tres conventos, con sede en tres ciudades: Astúrica Augusta; Lucus Augusti y Bracara Augusta. Los nombres atribuidos a las tres nuevas urbes demuestran la influencia de Augusto en su fundación y en su desarrollo como centros urbanos. A la par de la creación de estas ciudades la integración del Noroeste en el imperio romano, bajo el reinado de Augusto, destacó por la apertura de un conjunto de vías, por el inicio de la explotación de las inmensas riquezas minerales de los territorios de los galaicos y astures, por la generalización de una economía con nuevos valores y técnicas, en los que se destacan la policultura, el uso do monedas y el aumento de la productividad agrícola, testimoniada por la fundación de villae y casas rurales.

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